Es verdad que ahora todas las personas tenemos un poco más presente en nuestras vidas el concepto “Discapacidad o diversidad funcional”.
Y también, es verdad que se están realizando numerosos proyectos en referencia a la misma, para trabajar diferentes aspectos tales como: fomentar la inserción laboral, mejorar autonomía, para su visualización y normalización, para mejorar la accesibilidad…
Sí, todo esto es cierto, pero ¿realmente normalizamos a las personas con diversidad funcional o seguimos teniendo nuestros estereotipos y prejuicios acerca de estas personas?
Por desgracia, y bajo mi punto de vista, gana la segunda opción. Hablamos mucho de discapacidad o diversidad funcional, se visualiza y sensibiliza al respecto, pero aun así, todavía existen personas que le tienen miedo, que ven a la persona con compasión, con dudas, se infravaloran… Y esto, es lo que tenemos que cambiar.
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¿Por qué a pesar de los numerosos esfuerzos aún no se consigue la normalización total de este colectivo?
Puede que la existencia de estereotipos y prejuicios nos proporcione la respuesta. Seguro que has escuchado alguna vez esta palabra, estereotipo.
Esta palabra define a las creencias compartidas de un grupo hacia otro, en el que se asignan ciertas características a un determinado colectivo (sean ciertas o no) Por decirlo de un modo más brusco, sirven para etiquetar o categorizar a un grupo por poseer ciertas características.
Puedo ponerte algunos ejemplos: “Las personas con discapacidad no pueden trabajar” “Las personas con enfermedad mental son agresivas”
¿Puedes entender el concepto, verdad?
Las personas tendemos a generalizar ciertas características a una población en concreto tengan o no, esa o esas características, realmente.
En el caso de los ejemplos, las personas con discapacidad pueden trabajar perfectamente igual que el resto cuando su puesto se adapta a sus limitaciones (en el caso de que les afecte para su trabajo) y por supuesto, no todas las enfermedades mentales van ligadas con la agresividad, ya que existen muchos tipos de enfermedad mental.
No hay mayor discapacidad en la sociedad, que la incapacidad de ver a una persona como tal (Rober M Hensel)
Junto a los estereotipos están ligados dos términos más, el prejuicio y la discriminación.
El primero, se refiere a cómo evalúa una persona a otra (generalmente de forma negativa) y la discriminación, es la conducta que dirigimos hacia una persona por el simple hecho de pertenecer a un grupo determinado (personas con discapacidad, personas de otra religión o etnia, etc.)
Estos tres conceptos son básicos para la explicación de la existencia de desigualdad y exclusión existente tanto en nuestro país como a nivel mundial., siendo la exclusión social la expresión más real de la discriminación.
Puedes ver todos estos conceptos con más detalle en: «De la creencia a la discriminación: Estereotipos»
¿Cómo podemos eliminar estas creencias negativas hacia este colectivo?
Es un trabajo difícil, complejo y largo. Los estereotipos son necesarios y existirán siempre. Bien es cierto, que pueden modificarse este tipo de creencias por otras más positivas.
Son numerosos los logros que las personas con diversidad funcional y las entidades dedicadas a trabajar por los derechos de estas personas, han conseguido para la lucha contra este tipo de estigmas sociales.
En el deporte:
Los profesionales con diversidad funcional cuya vida han encaminado hacia el mundo deportivo, la constancia y el trabajo, su dedicación, su esfuerzo por ser competentes y demostrar que pueden practicar cualquier deporte como cualquier otra persona, han ayudado a visibilizar la discapacidad en este ámbito.
Los juegos paralímpicos y el deporte adaptado, hacen que se respeten a las diferentes capacidades en este entorno, creando así, creencias y valores más positivos.
En la inserción laboral:
En este campo se está avanzando mucho. El trabajo persistente de los trabajadores dedicados a fomentar la inserción y mejorar las competencias necesarias para formar parte del mercado laboral actual de las personas con diversidad funcional, está consiguiendo muy buenos objetivos en los últimos años; ascendiendo el número de personas ocupadas con contratos más estables de personas con discapacidad o diversidad funcional.
Demostrando así, que estas personas pueden trabajar igual o mejor que el resto, con o sin adaptaciones al puesto de trabajo.
Ocio y tiempo libre, accesibilidad:
Cada vez son más personas las que acceden a un tiempo de ocio de forma fácil. Se van eliminando poco a poco las barreras arquitectónicas existentes, otro logro más para eliminar creencias negativas. Las personas con discapacidad pueden llegar a donde quieran, porque eso está dentro de sus derechos como personas.
Para finalizar…
Estos son algunos de los campos trabajados, aunque existen muchos más. El fomento de la autonomía, las prestaciones y ayudas… van favoreciendo con el paso del tiempo la descomposición de esas ideas negativas hacia este colectivo.
Lo importante, y espero sirva de reflexión, es seguir luchando por los derechos de las personas en general, y trabajar duro para conseguirlo, a pesar de los estereotipos y prejuicios que puedan existir, se tiene que demostrar el valor de todas las personas.
Sigamos rompiendo viejos paradigmas estigmatizantes, para eso, dejémonos de discriminarnos nosotros/as mismos/as, para que así, los demás también dejen de discriminarnos
(Angela Carolina Poeta)
Artículo publicado en el periódico de Cocemfe Oretania Ciudad Real y Castilla La Mancha Activa
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