En ocasiones, desde la psicología se abarcan casos un tanto críticos y complejos, y que son tanto difíciles de abordar como de explicar.
Es el caso del artículo de hoy en el que te hablo de dos temáticas que por desgracia actualmente, están muy ligadas: Bullying o acoso escolar y el Suicidio.
Será complicado explicar de manera sencilla estos conceptos ya que son bastante delicados.
Es cierto que ya te hablé del Bullying hace un tiempo. De nuevo en este momento, se me ha venido a la mente, tras recordar gracias a una lectora de ComparteMente la serie que vi hace unos meses llamada: “Por trece razones”
Quizá la hayas visto o quizá no, pero me ayudará mucho a trabajar esta temática y por ello tendrás la ocasión de conocerla.
Tabla de contenidos
¿De qué nos habla «Por trece razones»?
Esta serie nos detalla la historia de una adolescente que tras sufrir acoso escolar decide quitarse la vida. Pero antes, decide grabar todos sus motivos en cintas de audio, para que todas las personas que tuvieron algo que ver con su historia sepan sus razones para decidir acabar con su vida.
No quiero hablar de la serie en sí misma sino reflexionar sobre ambos temas: acoso escolar y suicidio. Y gracias a ella he decidido comenzar de la siguiente manera.
No es más fuerte el que intenta mostrar más fuerza, sino el que más se levanta, el que es capaz de caminar solo, el que tiene opinión propia y el que es capaz de perseguir sus metas sin rendirse (Anónimo)
Relación entre Bullying y Suicidio
Respecto al suicidio: es una de las tres primeras causas de muerte en el mundo, según la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Según Durkheim, un famoso sociólogo, existen varios tipos de suicidio: el altruista, el egoísta, el anómico y el fatalista (esta vez no me centraré en ellos).
Ya se han podido ver varios casos de suicidios tanto en niños como en jóvenes causados “supuestamente” por haber sufrido acoso escolar. Y por este motivo, se tiene que saber que para que una persona llegue a tener tentativas suicidas probablemente haya más de un factor que le lleve a las mismas, de hecho, los suicidios más comunes se dan cuando aparece alguna de las siguientes problemáticas:
- Trastorno del estado de ánimo: depresión, bipolaridad, etc.
- Consumo de alcohol o drogas.
- Personas que padecen esquizofrenia.
En la mayoría de casos, una persona que ha llegado a suicidarse, ha padecido previamente experiencias traumáticas a lo largo de su vida, y en este caso, como hecho traumático, podemos definir el acoso escolar.
El sufrir acoso genera como ya sabes una serie de repercusiones emocionales que pueden dar lugar a otros problemas, como depresión, aislamiento social, desesperanza.
Si además la persona en cuestión tiene problemas en su entorno familiar, problemas de apoyo social, amoroso, u otros motivos de exclusión social, por ejemplo, se agravaría dicha situación.
Con lo que se podría decir que el Bullying es más que una causa por sí misma del suicidio, un factor de riesgo que puede llevar junto a otros factores, a desembocar en un suicidio como tal.
¿Qué se puede hacer?
Todos los psicólogos y profesionales de la salud estamos de acuerdo en que deberíamos de centrar la atención en la PREVENCIÓN.
Tareas de sensibilización y concienciación ayudarían a conseguir algún día poder evitar estas duras complicaciones de situaciones que no se deben tolerar, y mucho menos en estos tiempos.
Enseñemos a los más pequeños a aprender a identificar estas situaciones y a combatirlas. Cuando los principios son enseñados en las primeras etapas de la vida se consolidan de una manera mucho más sencilla, así como los conocimientos y conductas a seguir, sirvamos como modelo a las futuras generaciones.
No hay que tener miedo de no saber explicar a los niños/as este tipo de problemáticas sociales.Se tiene que empezar a aprender a generar posibles formas de explicación más sutiles que ayuden a fortalecer sus creencias y actitudes al respecto.
Así, en un futuro, ante estas posibles situaciones que se podrán dar en su entorno, sabrán cómo reaccionar. El desconocimiento sobre como actuar y el miedo pueden aumentar la probabilidad de que se den daños mayores.
Una vez presente el problema: ¿Cómo abordarlo?
Principalmente, haciendo ver a la víctima que no está sola. Haciéndole ver que tiene que salir de esa situación y que se le ayudará en todo lo posible. Un buen apoyo social es esencial.
Pero no sólo tenemos que centrarnos en la victima, ya que así no se solucionaría el problema. Hay que trabajar con agresores y con espectadores.
¿Cómo? Utilizando la empatía y las habilidades sociales, trabajando con ellos la inteligencia emocional, los valores y la ética. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las veces, el agresor no sabe los daños que ocasiona.
En conclusión:
Comentaba el nombre de la serie “Por trece razones” porque la recomiendo totalmente y de hecho sería una muy buena forma de ayudar a la sensibilización de este tema en concreto.
¿Por qué? Actualmente, el uso de las tecnologías nos ayuda a identificarnos a través de la pantalla con los protagonistas. Si a veces nos vemos reflejados en películas y hasta en algunos casos en vídeo juegos ¿por qué no dar un buen uso de este tipo de empatía?
Empatizar es ponerse en el lugar de otra persona y poder sentir lo que ésta siente. Con esta serie podríamos intentar que los más jóvenes empiecen a darse cuenta de lo que conlleva un “simple insulto”, un mensaje, una agresión…
A menudo, el camino correcto es el que puede ser más duro de seguir. Pero el camino duro es también el que te hará crecer como un ser humano (Karen Mueller Coombs)