En unos días se conmemora el día Mundial de la enfermedad de Parkinson, uno de los trastornos neurocognitivos más frecuentes.
Al igual que la enfermedad de Alzheimer, su causa es desconocida y hasta día de hoy no existe cura, solo algunos tratamientos eficaces que mitigan los síntomas de la misma.
¿Te animas a saber más sobre el Parkinson? Si es así, a continuación te expongo algunas ideas clave para que lo conozcas un poco más de forma sencilla.
Tabla de contenidos
¿Cuáles son las características de esta enfermedad?
El Parkinson es una enfermedad neurológica lenta y progresiva caracterizada por síntomas motores como:
- Temblores
- Rigidez
- Pobreza y lentitud de movimientos (falta de parpadeo, inexpresividad facial)
- Inestabilidad postural
- Marcha acelerada, arrastrando los pies y con pequeños pasos, etc.
Los síntomas motores son tan evidentes en esta enfermedad, porque lo que se produce en ella, es una degeneración de estructuras subcorticales del cerebro y de los neurotransmisores implicados, como la dopamina.
¿Y, qué es la dopamina?
La dopamina, regula y controla los movimientos e interviene a su vez, en el sistema del placer, en el aprendizaje y la memoria, y en otras funciones vitales de nuestro organismo.
¿Sólo produce síntomas de tipo motor?
La respuesta a esta pregunta es no.
La enfermedad de Parkinson está relacionada con muchas alteraciones de salud mental como son: trastornos del estado de ánimo, problemas del sueño, alimentación, etc.
Vamos a explicar algunas de ellas con más detenimiento, ya que conociéndolas podremos trabajar en su prevención, incluso antes de llegar a detectarlas.

Depresión
Un gran porcentaje de las personas que sufren Parkinson presenta depresión en alguna de las fases del desarrollo de esta enfermedad.
Podría generarse por varios factores: por la propia alteración en los niveles de dopamina, por la dificultad en el proceso de adaptación ante la propia enfermedad o por la medicación estipulada para el tratamiento del Parkinson.
Parkinson y demencia
La demencia afecta a muchos de los pacientes con Parkinson y puede provocar en la persona lentitud motora, alteraciones en su personalidad, deterioro de la memoria, etc.
Suele darse en mayor medida en personas mayores con la enfermedad en fases más avanzadas, especialmente en hombres y cuando la adherencia y respuesta al tratamiento es menor.
Trastornos del sueño
La mayoría de los pacientes con este diagnóstico sufren insomnio. Esto a su vez puede desencadenar otras problemáticas por la falta de descanso, cansancio, o somnolencia diurna, afectando así a otras facetas de la vida diaria de la persona que lo padece y también en sus cuidadores principales.
¿Qué se puede hacer ante la enfermedad de Parkinson?
El tratamiento ante esta enfermedad está basado en enlentecer todo lo posible la aparición de sintomatología y en controlar la ya existente, por lo que tanto los fármacos como la terapia psicológica que se aplique se centrarán en los síntomas existentes y en aquellos que pudieran aparecer.
Estimulación cognitiva
Trabajar la memoria, el lenguaje, el pensamiento y otras funciones cognitivas es fundamental para retrasar el mayor tiempo posible el deterioro cognitivo.
Se pueden utilizar multitud de ejercicios sencillos para trabajar la estimulación y hay recursos accesibles para la población general.
Actividades de la vida diaria
Realizar tareas que estimulen nuestras diferentes áreas cerebrales, al igual que nuestro cuerpo, también ayudará a favorecer la realización de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria el mayor tiempo posible consiguiendo así mayor autonomía en la persona y en sus cuidadores.
Cuidado emocional
Dedicar tiempo a nuestro bienestar emocional, tiempo a nosotros mismos (tanto pacientes, como cuidadores), identificar qué nos pasa y por qué, qué sentimos y poder así, buscar alternativas para nuestro bienestar físico y mental.
Todo proceso de enfermedad es duro y complejo. Aceptar la enfermedad es el primer paso y aprender a convivir con la ella y sus síntomas lo siguiente para continuar viviendo con la mayor calidad de vida posible.
Dentro de este proceso de aceptación y para el bienestar emocional de la persona, el apoyo social es imprescindible. Todos necesitamos sentirnos escuchados y comprendidos.
Ayuda profesional
Como siempre digo, no olvides buscar ayuda profesional cuando lo consideres necesario.
No siempre conseguimos salir de un problema por nosotros mismos, no siempre sabemos gestionar bien nuestras emociones. Hay veces que necesitamos que alguien nos facilite el camino o nos marque pautas y sirva de guía…
«Conocerlo es el primer paso para combatirlo» Día Mundial del Parkinson 11 de Abril
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